Sobre el libro «Hollywood» de Charles Bukowski

Sobre el libro «Hollywood» de Charles Bukowski

BARFLIES OVER HOLLYWOOD*

«Un par de días después me llamó Pinchot. Dijo que quería llevar adelante el guión. ¿Bajaríamos a visitarlo? Así que nos pusimos en marcha en el Volkswagen y nos dirigimos a Marina del Rey. Extraño territorio. Después llegamos al puerto, pasamos junto a los barcos. La mayoría eran veleros y la gente andaba de un lado a otro en cubierta. Llevaban ropa de navegar, gorras, gafas de sol. De alguna forma casi todos parecían haber escapado de la opresión cotidiana de vivir. Nunca habían sido víctimas de esa opresión y nunca lo serían. Tales eran las recompensas de los Elegidos en la tierra de la libertad. En cierto modo esa gente me parecía tonta. Por supuesto, yo ni siquiera existía para ellos».

Henry Chinaski, el alter ego y personaje de Charles Bukowski, está llegando a Hollywood, a la «Ciudad de los sueños», a la gran vitrina para la venta del «American Dream». Contactado con el director de cine John Pinchot, el escritor alcohólico, Chinaski está a punto de conocer el mundo de los ARTISTAS (así, en mayúsculas), de las estrellas, de los productores apasionados y los productores chupasangre, va a conocer la cotidiana puesta en escena de una gran fábrica-tablado que se ha levantado con los apetitos de la humanidad y con el dinero que fluye sin control desde los bolsillos de quienes sólo pueden pagarse el futuro ensoñado de noventa minutos a la sombra de una sala.

Charles Bukowski: alcohólico, apostador, malhablado con apariencia de lavaplatos, escritor considerado el último «maldito» de la literatura de los Estados Unidos, fue reclutado por el director Barbet Schroeder a finales de los ochentas, para ser autor de un guión basado en la vida y obra del escritor. El primer resultado: Barfly (1988), con toda probabilidad la mejor película que Schroeder ha realizado en los Estados Unidos. El segundo: Hollywood, una novela corrosiva sobre los entretelones de la capital del cine.

La vida de Bukowski se inició en Andernach, Alemania, en 1920. El escritor fue hijo de un soldado de ocupación de los Estados Unidos y de una madre alemana. A los tres años, Charles Bukowski fue llevado a Los Ángeles, en donde pasó los tres siguientes lustros de su vida. La existencia editorial de Bukowski se inició en 1944, cuando publicó por primera vez, a la edad de veinticuatro, y continuó publicando sin pausa hasta su muerte en California, el 9 de marzo de 1994, cuando contaba con setenta y tres años y acababa de terminar su última novela: Pulp.

«Esta es una obra de ficción y cualquier parecido entre sus personajes y personas vivas o muertas es pura coincidencia, etc.»… Ésa es la frase inicial de Bukowski después de dedicar Hollywood a Barbet Schroeder, pero ningún lector cree ni está interesado en creer esas palabras. La historia que se narra en esta novela es la del mundo que descubrió Chinaski (Bukowski) durante la producción de la película para la cual fue guionista. Los personajes que desfilan por esta aventura, forman un bestiario de seres que florecen sólo bajo la luz de los reflectores o sobre el musgo del dinero. La colección de personajes atrapados por Bukowski en su libro, incluyen también a seres apasionados hasta la locura, a otros que son capaces de cortarse en pedazos con un cuchillo eléctrico para poder sacar su filme adelante. La prosa de Bukowski en este libro (como en toda su obra) es rápida, deliciosamente descarriada, es un látigo que Truman Capote envidiaría.

Frente a los textos de Bukowski se han planteado distintas opiniones, desde la de Jean Genet, que lo llamó «El mejor poeta de los Estados Unidos», hasta la de algunos críticos que consideran su trabajo como una típica manifestación del escritor indolente (alcohólico, mujeriego, centrado en su propio ombligo). Lo que unos y otros seguramente reconocerán, es la agilidad de unas palabras usadas con eficiencia, cargadas de intensidad, capaces de atrapar a cualquier lector. La contundencia de la prosa de Bukowski es innegable, y refleja el profundo hastío de descubrirse hecho de carne, heces y fluidos seminales en un universo de plástica opulencia.

La relación de Bukowski con el cine es la de muchos escritores del siglo XX: en todos sus textos privilegia el nombre y el verbo. La escritura de Bukowski es un conjunto representativo de una de las tendencias que marcaron la literatura del siglo XX, pero a diferencia de escritores como Truman Capote, Bukowski no pretendía de manera consciente una emulación del cine, lo que buscaba con sus letras era la expresión de su mirada del mundo de una manera directa, rápida y cruda, de la misma manera en que él lo percibía. La expresión de Bukowski tiene el ritmo de las ciudades: Charles Bukowski absorbió el lenguaje callejero, el pragmatismo triste de las urbes de los Estados Unidos y de su cultura de fotograma.

A pesar del carácter visual de su obra, el único guión cinematográfico escrito por Bukowski fue el de Barfly, aunque muchos filmes se realizaron con base en su trabajo, como Storie di ordinaria follia (Tales of Ordinary Madness, Marco Ferreri, 1981), Factotum (Bent Hamer, 2005) y The Charles Bukowski Tapes (también dirigido por Schroeder en 1987), entre muchos otras películas producidas en diferentes países del mundo.

Nunca fue necesario que Charles Bukowski escribiera otro guión, Barfly es una declaración completa de los principios de este escritor, un autor a quien resulta difícil imaginar enfrentado a otra historia y a otros personajes. En el caso de Bukowski, esa única obra es suficiente. El trabajo de Schroeder es un homenaje a Bukowski y al universo visual de los filmes de Hawkes y Walsh. La cinta está llena de humor y está compuesta con un ritmo que es heredero de esos directores, pero que respeta la atroz lucidez de Bukowski. ¿Qué son el amor, el arte, el alcohol y el éxito? Bukowski y Schroeder proveen algunas muestras.

Para los interesados en el cine y para los amantes de la literatura, Hollywood es una novela de lectura apasionante y Barfly una de las más felices mutaciones de un espíritu literario en una obra audiovisual.

«- ¿Qué vas a hacer ahora? – preguntó Sarah.

– ¿Con qué?

– Me refiero a que la película ya se ha terminado.

– Oh, sí.

– ¿Qué harás?

– Están los caballos.

– Aparte de los caballos.

– Oh, diablos, escribiré una novela sobre la creación del guión y la filmación de la película.

– Claro, no sería mala idea.

– No, creo que no.

– ¿Cómo la vas a llamar?

– Hollywood.

– ¿Hollywood?

– Sí…

Y está es.»

 

*Por: Julián David Correa.

Imágenes: (1) Portada del libro Hollywood en la edición de Anagrama.

(2) Afiche de la película Barfly.

 

 

 

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One Response to “Sobre el libro «Hollywood» de Charles Bukowski”

  1. JP dice:

    Un día me llegó una queja de que yo (productor) había sido un poco duro en la negociación con una de las cabezas de equipo de cierta película colombiana. Yo respondí que sin duda alguna no habían leído Hollywood de Bukowski. Gran novela. Se disfruta sobretodo si alguna vez se ha hecho cine.

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