CALIWOOD BABILONIA
Entre-vista al desnudo*
Augusto Bernal entrevista a Luis Ospina
Augusto:
¿Se puede hablar del Grupo de Cali?
Luis:
El «Grupo de Cali» como tal no existía, aunque sí se puede hablar de una agremiación o grupo que nació del movimiento cine-clubistico en la ciudad. Por ejemplo, Carlos Mayolo tuvo un cine club, luego vino el de Andrés Caicedo donde alguna manera participamos todos. Este fue el Cine Club de Cali, donde conocí a Caicedo durante la proyección de 8 1/2 de Fellini…
Augusto:
¿Qué año era?
Luis:
1971, cuando empezábamos a filmar Oiga, vea (1) y se estaban realizando los Juegos Panamericanos. Desde este momento se empezó a hablar del «Grupo de Cali», cuando un grupo de personas que frecuentábamos el Cine Club de Cali, ampliamos nuestro radio de acción y comenzamos a hacer cine, crítica, y se fundó una revista especializada de cine. Luego se vincularon otros como: Liuba Helap, Patricia Restrepo, Elsa Vásquez, Erik Bounge, Marcela Vásquez, Karen Lamassone, Oscar Campo, Fernando Berón, Sandro Romero, Claribel Arango, María Vásquez, Ricardo Duque… (2)
¿Qué era Ojo al Cine?
Era una hoja volante que sacaba el Cine Club de Cali y que en 1974 se convirtió en una revista especializada, de la cual salieron cinco números.
¿Cómo era su relación con Andrés Caicedo?
Realmente yo fui el último del «Grupo» que lo conoció, él ya era amigo de Ramiro Arbeláez (3), de Carlos Mayolo y Eduardo Carvajal entre otros. Considero que la relación con Caicedo era «complicada». Pero sobretodo era una persona con la que se podía hablar de cine de una manera abierta, febril y erudita. Yo no conocí a nadie en Cali que supiera tanto de cine como él.
Sin embargo usted era un erudito del cine en aquella época.
Sí… pero él sabía muchos datos, filmografías y nombres de directores. Además, tenía la ventaja de escribir continuamente sobre cine…
¿”Norma Desmond” (4), escribe de vez en cuando desde Hollywood?
Bueno, yo realmente no escribo sobre cine. Las primeras cosas que escribí fueron para “Ojo al cine”, pero muy cortas y sólo cuando murió Andrés no me dio miedo escribir sobre cine. Por ejemplo escribí con él un artículo, firmado por los dos, el cual redactó totalmente tomando como base nuestras conversaciones.
Volviendo sobre Sunset Boulevard, ¿dónde aparece Norma Desmond? ¿En qué calle?
No era una calle sino una columna que se llama Sunset Boulevard y la firmaba Norma Desmond. Empecé a escribir en el suplemento literario del Diario «El Pueblo» que dirigía Hernando Guerrero, escondido bajo este seudónimo femenino, porque me sentía más seguro. Esta columna apareció por espacio de año y medio. Era una columna de chismes y trivialidades cinematográficas.
Luego vinieron los escritos para la “Revista Cinemateca” (5), período en el que la Cinemateca estuvo dirigida por lsadora de Norden.
Fue la época en que más escribí sobre cine (1978), allí también primaba un propósito muy específico que era ir a los festivales de cine, y exigían que escribiera para algún medio y de esta manera poder acreditarme.
En Cali existió un grupo que se reunió en la llamada «Ciudad solar», ¿Su relación con estos miembros fue participativa o de simple forastero?
«Ciudad Solar» fue un proyecto fundado en 1970 o 1971. No recuerdo la fecha exacta. Ingresé allí por insinuación de Hernando Guerrero quien fue compañero en el colegio desde 3o. de Bachillerato. Allí encontré a Carlos Mayolo, a Miguel González, Andrés Caicedo, Eduardo Carvajal, etc. De esta vinculación nació Oiga, vea, la primera película que co-dirigí con Mayolo, donde se le dio crédito de producción a este grupo de «Ciudad Solar»…
Viene otra película co-dirigida por Andrés Caicedo y Carlos Mayolo, llamada Angelita y Miguel Angel. ¿Qué participación tuvo?
Ninguna. Me encontraba estudiando todavía en Los Angeles cine y editando el trabajo de Oiga, vea. La única relación con este proyecto fue a través de cartas muy largas de Andrés y Mayolo quienes me contaban sobre el rodaje. Más tarde vine a hacer un último montaje con Andrés y se redujo la película a 40 minutos.
¿Cree que Angelita y Miguel Angel es el comienzo de lo que sería formal y prácticamente el «Grupo de Cali»?
En parte sí porque se tocan temas que se irán a tratar en las películas nuestras, sobre todo en las de Mayolo como Señora Santana, el encierro, los escenarios abigarrados, el «barroquismo mayolístico», el interés por lo gótico. Realmente, lo que más influyó de Andrés en nosotros fue su aprecio por el cine de horror, porque para él no existía mucha diferencia entre este cine y la vida. Todo lo veía desde ese punto de vista. Como dato curioso, puedo decir que Andrés comenzó a escribir el guión de Carne de tu carne. Hay una versión de él que se llamaba «No me desamparen ni de noche ni de día», escrita para Mayolo. También escribió sobre un magnate azucarero que toma sangre.
¿Pura sangre?
Sí, el magnate, literalmente, tomaba sangre. Tenía un ingenio azucarero y a los empleados los colocaba en fila todos los días para sacarlos sangre y poder vivir. Esto viene, obviamente de una leyenda muy reciente sobre un magnate caleño que vivía de la sangre. Por eso en el documental sobre Andrés, se meten insertos de películas nuestras, de esta forma se aprecia el paralelismo de ciertas cosas que estaban incipientes. Incluso música de películas nuestras, se la hemos prestado a Angelita y Miguel Angel, y dan la impresión de haber sido escritas para escenas de esta película. Por esto hago referencia constante a las películas hechas en Cali.
CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR
¿Por qué se interesó en un documental sobre Andrés Caicedo?
Realmente fue una coincidencia cómo llegó a hacerse, puesto que la investigación existía desde hacía mucho tiempo, por el mismo hecho de ser yo amigo de Andrés y haber conservado muchas de sus cosas. Inicialmente, me llamaron de COLCULTURA para que realizara una nota sobre Andrés Caicedo, de manera que reuní a todos los amigos que pude para que hablaran de Andrés en mi casa, tratando de que fuera un recuento de su vida mediante la memoria de sus propios amigos. De esta manera, se grabaron horas y horas de entrevistas en Cali y Bogotá. Además esta gente no se reunía bajo el mismo techo desde que Andrés murió. Con todo este material grabado me di cuenta que podía hacer un largometraje sobre Andrés Caicedo, sobre mi generación, sobre mis amigos y sobre mí, finalmente me sentí reducido a mi más mínima expresión.
Parecería que este documental, «Andrés Caicedo unos cuantos buenos amigos«, no es sobre una persona sino sobre una generación que se extinguió. La constante referencia a los amigos y a la generación de Cali de esta época hace pensar esto.
A medida que hacía el trabajo documental me di cuenta que no solamente estaba trabajando sobre un personaje específico sino sobre una generación a la que pertenezco. Por eso la película está dedicada a mis amigos. Fue fascinante para mí filmar a mis amigos y hacerlos hablar. Esto se lo envidio al video, el hecho de poder tener a la gente hablando y hablando. No me canso de oír a la gente hablando por TV. Si uno se aguanta a un presidente hablando media hora en un plano fijo, ¿por qué no se va a aguantar uno a los amigos hablando sobre las cosas que a uno le gustan?
Algunas personas se refieren a la precocidad de esta generación, mientras que otras se refieren a lo avanzados que estaban para su época ¿Qué opina usted de esto?
El más precoz obviamente era Andrés. Ya no podemos llamarnos precoces porque como bien lo dice Oscar Campo: «…Nosotros seguimos derecho…» Creo que nos tocó el «borrón del poema», como bien lo dice Carlos Mayolo en la película. Sin embargo, la frase de Hernando Guerrero es más diciente, al decir: «a todos nos afectó mucho la muerte y la prueba es que aún seguimos en el velorio». Por esto la película es un poco una filmación en cámara ardiente: todos en el salón de mi casa hablan de tiempos pasados, oyen discos que nos gustan, y recuerdan al muerto. A veces dicen cosas buenas sobre él, a veces cosas malas, a veces cosas contradictorias, todo muy parecido a un velorio.
Daría la impresión de estar ante una generación de compañeros de cine, otros de barriada y otros de infancia.
Creo que en la película se juntaron los tres… porque lo mismo pasó en el Cine Club de Cali: allí coincidíamos los amigos de infancia y del cine con los pandilleros del sur. Por esta razón la película tiene un prólogo donde se pregunta a las generaciones nuevas sobre quién es Andrés Caicedo y nadie sabe nada, de manera que partimos de la amnesia total. Se le pregunta a unos hippies en la calle, y no saben, otros dijeron que era un guerrillero. En ese sentido la película trata de ser didáctica, porque parte desde cero para enseñarle a alguien que no sabe quien fue Andrés Caicedo: va sabiendo uno por su padre cómo era de niño, después por sus compañeros de infancia cómo era en el colegio, sus primeras manifestaciones artísticas, sus obras de teatro y literatura, la fascinación por el cine, su vinculación a la política, sus actitudes frente al amor, al sexo, la muerte y la música.
¿De dónde se tomó el título para el documental?
La frase que da el título al documental fue extractado de su novela “¡Que viva la música!” (6) y se utiliza a manera de epígrafe cuando toda esta nueva generación confiesa no saber quién era Andrés Caicedo y dice: «Que nadie sepa tu nombre que nadie amparo te dé. No accedas a los tejemanejes de la celebridad. Si mueres y dejas obra, muere tranquilo confiando en unos pocos buenos amigos».
¿A Andrés Caicedo le hubiera gustado este documental?
No le gustaba el documental porque detestaba la realidad.
¿Cómo se estructuró narrativamente?
Para darle una estructura a la película tomé como punto de partida el filme inacabado de Andrés: Angelita y Miguel Angel, que anteriormente había pensado reconstruir ya que tenía guardados los copiones y parte del sonido original. Inclusive con Andrés hicimos un remontaje en una época en que pensábamos poder conseguir la plata para terminarla. Mi propósito era montar la vida de Andrés Caicedo a través de una película incipiente.
¿Cómo fue la reconstrucción de Angelita y Miguel Angel?
Para su reconstrucción me basé en el guión original y parte del copión final editado. Lamentablemente, la película no se terminó por discrepancias en la dirección que debía tomar y por la falta de dinero para su terminación. El tema de reconstrucción de películas no era nuevo para mí (7), además se constituía en un verdadero reto puesto que tenía este material en mi casa hacía 9 años.
POR ESO TE EN-VIDEO, VE
¿Se puede decir que su reencuentro con el documental ha sido a través del video?
Estoy muy interesado por el documental, tratar de trabajar sobre realidades que ya no existen, sobre la memoria. Me alejé de la ficción en parte por necesidad en parte por accidente, por mala suerte, en fin, porque no me quedaba otra alternativa.
¿Qué tipo de documental hace usted? Investigación, puesta en escena, etc.?.
Es un trabajo documental similar a los de Emil de Antonio o lo que hizo Marcel Ophüls, que es de mucha entrevista… me gustan mucho entrevistar gente… no me gusta que me entrevisten… en mis trabajos me interesa partir de cero e ir investigando algo hasta que crezca. Esto le permite a quien investiga sentirse como un psicoanalista que indaga continuamente hasta llegar a algo oral que es muy valioso y que solo las personas que están vivas lo pueden hacer: utilizar el video para recuperar la memoria perdida. El video tal vez no es una forma de expresión pero si de comunicación, esa es la diferencia entre el cine y el video. La televisión es un mueble que sirve como medio de transmisión de información no tanto de expresión. Frank Lloyd Wright decía que la televisión es el chicle bomba de los ojos.
Antes de interesarse por este tipo de propuestas documentales que constituyen una trilogía, ¿Qué trabajo documental había realizado?
El último trabajo que hice de tipo documental antes de realizar En Busca de María, no recuerdo exactamente creo que fue Cali de Película (8).
¿Agarrando Pueblo no cabría dentro de este contexto?
No, Agarrando Pueblo (8) es más un “antidocumental”, porque es la negación del documental mismo. En parte Agarrando pueblo tuvo que ver mucho con que yo me apartara del documental, porque se hizo que la realidad era algo tan difícil que era una irresponsabilidad salir con una cámara sin saber qué se está haciendo. Además se llegó a saturar el público con malos documentales, durante ese período tan criticado del «Sobreprecio» y la «pornomiseria» (9).
… Ocurre que ahora se encuentra mejor vestida la miseria…
… Me aparté mucho del documental y pensé que no me volvería a interesar. Regresé con En busca de María, proyecto al cual me vinculé por invitación de Jorge Nieto y la investigación previa de Marta Helena Restrepo. Me interesó sobre todo porque era un documental sobre el cine, tema que siempre me ha apasionado y el cual conozco muy bien…
EN BUSCA DE LA PERDEDERA DEL TIEMPO
¿Qué le atrae del documental?
El hecho mismo de adquirir una información única y que quizás se va a perder. Otra cosa de los documentales es la capacidad de obsesión que se alcanza al crear, esto lo digo por el documental del maestro Antonio María Valencia, del cual solo sabía que había sido un niño prodigio, un gran músico y uno que otro dato curioso. Solo haciendo la película me he ido documentando sobre él, por eso nunca hago documentales con guión, sino que me guío por la intuición…
Es un trabajo en busca del tiempo perdido.
Si, en parte el título de “La María” tenía esa referencia proustiana: en busca del tiempo perdido o de la perdedera del tiempo.
¿Qué considera importante en un documental?
El montaje que es lo que más me gusta y atrae. Las filmaciones nunca me han gustado, ni las de los otros, ni las mías… por ejemplo en los documentales he ido encontrando que un documental se alimenta del siguiente. En el documental sobre la película de «La María» yo utilicé fragmentos musicales de Antonio María Valencia. Existe una relación de las cosas que es premonitorio, canibalista, sicofante…
Parodiando a Oscar Campo (10) sería una visión patafísica de las cosas…
Claro, los del grupo de Cali somos amantes de la patafísica que es un sentido del humor y del ridículo que es violento y le hace ver a las cosas en serio. Todas nuestras películas tienen que ver con el humor, por eso quiero hacer una comedia, porque me di cuenta que no los pude asustar con Pura Sangre (11), pero tal vez los pueda hacer reír. Eso sí me consta…
¿Se refiere a su proyecto de comedia llamado «La Vida del Pobre Lara«?
Si, es una comedia sobre un personaje que siempre le va mal en la vida. Es un tema con el cual, todo el mundo se identifica. Pienso hacerla en Cali, porque nunca podré hacer una película que no tenga que ver con mi ciudad. En toda mi filmografía se nota esa relación de odio y amor hacia una ciudad.
EMULSIONES CAUCANAS
¿Está realizando un video sobre un músico?
Sí, es un trabajo sobre el maestro Antonio María Valencia que viene a cerrar esa trilogía: En busca de María, Andrés Caicedo: Unos pocos buenos amigos y Antonio María Valencia: música en cámara, que es una trilogía sobre la memoria cultural de una ciudad. Es una trilogía sobre tres personas que fueron pioneros en diferentes oficios: dos de ellos niños prodigios y personas que no son reconocidas por lo que son sino por otras cosas. Por esto me interesa trabajar el documental desde el punto de vista de la memoria, porque siempre he querido hacer películas donde gente hable mucho. Documentales basados en la palabra, porque pienso que el sitio ideal para el documental es la televisión…
Esto da pie para hablar de su otro proyecto llamado «Agarrando Pueblo Parte II«. ¿En qué estado se encuentra?
Agarrando Pueblo Parte II o Agarrando Pueblo Ten Years After… cuando estábamos rodando la película de Antonio María Valencia, con Erik Bongue (12) y Diego García (13), les propuse hacer un video que fuera totalmente improvisado y rodado en un solo día. Esa era la condición. Este año se cumplen 10 años del comienzo del rodaje de Agarrando Pueblo. Empezamos a filmar el 16 de Agosto de 1977, día en que murió Elvis Presley. Este personaje del Fakir, que utilizo para el proyecto de Agarrando Pueblo Parte II lo había seguido viendo durante todo este tiempo haciendo un espectáculo callejero y yo siempre me detenía en la calle a verlo. Pensé que debíamos sacarlo de esa secuencia de Agarrando Pueblo y hacer toda una película sobre él (14). Alguna vez le dije que quería hacer una película sobre él y le comenté que cuando tuviera las cámaras lo llamaría. Pude conseguir el equipo y le mostré Agarrando Pueblo donde él salía y grabé en video cuando veía la película. Es una especie de caja china. Lo que realmente quiero hacer es una película sobre el arte popular que él llama “La televisión de los pobres”.
¿Cuál será el nombre definitivo del proyecto?
El de Antonio María Valencia está definido como Antonio María Valencia: Música en cámara y para el del fakir sí tengo varios nombres: Ojo y vista, peligra la vida del artista, y otro que me dio el fakir: “El artista en la vida del peligro…”
¿O tal vez Agarrando Pueblo Parte II?
Quizás, porque me interesa mucho volver a cosas que ya he hecho, porque cada película que uno hace nunca es completa. Es esa necesidad de volver, es el eterno retoño.
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NOTAS:
*Entrevista editada originalmente en la revista “ARCADIA VA AL CINE” N° 17 Noviembre/Diciembre,1987. Bogotá. Publicación en GeografíaVirtual con autorización de su autor.
**Imágenes: (1) Foto del «Grupo de Cali» en los años setentas. (2) Afiche de la película Pura sangre (1982) de Luis Ospina. (3) Foto del rodaje de Agarrando pueblo (1977) de Luis Ospina y Carlos Mayolo. (4) Fotograma del documental de Luis Ospina Todo empezó por el fin (2015).
(1) Codirigida con Carlos Mayolo en 1971.
(2) Para no hacer tan larga la lista de los «Calígulas», nombramos los que faltan: Miguel González, Carlos Palau, Carlos Congote, William González, Pedro Alcántara, Adriana Calero, Alejandro Buenaventura, Fernando Vélez, lsabella Borrero, Berta de Carvajal, Hernando Tejada, Alejandra Borrero, Valeria Quintero, Gilberto «Fly» Forero, Anthony Halliday, José Antonio Moreno, Adriana Herrán, David Guerrero, Vicky Hernández, además Diego García, Gustavo de la Hoz, Ignacio Tovar, Ernesto «Tarzán» Rodríguez, Rodrigo Lalinde, Diego Alvarez, Alberto Quiroga, Jimmy Bonilla y un resto de gente. De manera que lo de «Caliwood» no es un mito.
(3) Crítico y director de la sala de cine alternativa de La Tertulia en Cali.
(4) Personaje de Sunset Boulevard dirigida por Billy Wilder.
(5) Hay que diferenciar los períodos, porque no se sabe cuándo salen o cuando entran. Unas personas se vuelven buenas, otras adquieren mañas y… las revistas resucitan. ¡Aleluya! ¡Aleluya! En los cielos los comentaristas de cine se regocijan porque saben donde escribir. Nos seguiremos «Amando Tanto» que nunca olvidarán mi nombre (Un film de Sergio Leone) AMEN. SAN MARIA ELVIRA.
(6) Novela publicada por COLCULTURA en 1978
(7) El Bombardeo de Washington (1972) y En Busca de María (1986). Ver información en Arcadia va al cine No. 10-1 111 2. Bombardeo de Washington fue una película hecha durante un curso de diseño, donde cada alumno tenía que hacer en un período de tres meses una película de un minuto de tema libre. Me inspiré mucho en Dziga Vertov, porque creí con base en sus escritos que se podía crear una ficción con material documental o sea una ilusión con materiales encontrados. Teoría surrealista de agarrar objetos encontrados y presentarlos como propuesta diferente…» Extractos de Entrevistas realizadas por Enrique Ortiga y Augusto Bernal para el Departamento de Cine del M.A.M. de Bogotá. Abril de 1982. (Material inédito).
(8) Co-dirigida con Carlos Mayolo en 1977.
(9) Favor remitirse a CINEMATECA, la de Bogotá, no la Uruguaya para ver el correspondiente nombre genérico de «Pornomiseria». En caso contrario ver Agarrando pueblo en la misma cinemateca, preguntar por la directora para su préstamo o dirigirse al libro de Carlos Alvarez sobre el período en concreto donde se habla de él.
(10) Realizador Caleño, ver entrevista ARCADIA No. 17. Septiembre/Octubre,1987.
(11) Opera Prima de Luis Ospina. ARCADIA No. 2. Julio de 1982.
(12) Cineasta Caleño especializado en cine de animación.
(13) Ver ARCADIA va al Cine No. 14/15.
(14) Tomé como personaje un fakir cuyo nombre artístico es Dullman Poe pero cuyo nombre real es Dudman Adolfo Murillo, a quien ya habíamos filmado en Agarrando Pueblo.
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