Víctor Gaviria, autor de cine colombiano

Víctor Gaviria, autor de cine colombiano

UNA MIRADA REGIONAL QUE SE HACE UNIVERSAL*

 

La Cinemateca Distrital en esta nueva etapa continúa con la búsqueda de construir una memoria audiovisual propia. Después de los Cuadernos de Cine Colombiano N° 1, Balance argumental, y del segundo Cuaderno sobre Acevedo e hijos, este tercer Cuaderno está dedicado a un autor de trascendencia en el argumental colombiano: Víctor Gaviria.  Se ha seleccionado a Gaviria no sólo por su impacto nacional e internacional (dos de sus largometrajes estuvieron en Cannes y su trabajo ha creado una escuela en el cine colombiano). La obra de Gaviria es el mejor ejemplo de un cine capaz de representar los elementos de nuestra nación, sin ser condescendiente, es muestra de un cine que no entiende el compromiso con la cultura nacional como un espacio para la alabanza regionalista o nacionalista, sino como el mejor lugar para la lectura crítica y el descubrimiento de la poesía.

A comienzos de los noventa, el crítico colombiano Luis Alberto Álvarez escribía:

“En su obra anterior y posterior a Rodrigo D. No futuro, en cine y en video, Víctor Gaviria ha sido el único director colombiano de ficción, exceptuando a Arzuaga y a los comienzos de Mayolo, en cuya obra es totalmente reconocible el hombre colombiano y su entorno. No futuro es el primer largometraje argumental que no necesita bastones literarios, que refleja directa e inteligentemente la candente realidad urbana colombiana, lejos de vicios y clisés visuales e interpretativos y que revela en cada aspecto la concepción de un director.”[1]

Para Luis Alberto Álvarez, Gaviria era el primer autor del cine colombiano. Para quienes crecimos en Medellín bajo el amor al cine y la tutela de Luis Alberto, la imagen de Víctor Gaviria fue la de un anárquico y dulce creador, que de manera repentina estaba mostrándonos una Colombia conocida y a la vez invisible. El estreno en televisión de su mediometraje[2] Los habitantes de la noche[3] fue una revelación: por primera vez el cine nacional nos traía las voces de un programa radial que todas nuestras familias escuchaban, en los televisores veíamos a  jóvenes de tenían vidas mucho más difíciles que las nuestras, muchachos con quienes nos cruzábamos en las calles e intercambiábamos miradas de temor y envidia. Con Los habitantes de la noche un nuevo Medellín se nos revelaba en medio de la seguridad de nuestros hogares: los personajes de esta historia hablaban como la gente de la calle, sus acciones eran tan veloces y trágicas como las aceras de nuestra adolescencia. Descubrimiento semejante se dio con Los músicos, pero en este caso, nuestra revelación fue aún más profunda: los valores con los que crecimos (empuje, laboriosidad, talento en los negocios, “berraquera”) podían ser en sí mismos perversos y atentar contra otros que también se nos habían inculcado (solidaridad, amistad, honestidad). Gaviria no sólo nos revelaba la noche y las calles de nuestra ciudad, también el corazón de nuestra cultura.

Este tercer Cuaderno está compuesto por un ensayo escrito por Jorge Ruffinelli, profesor de la Universidad de Stanford (EE.UU.), investigador en cine latinoamericano y autor de libros de crítica literaria como “El otro México” (1978).  Para acercarse a la obra de Gaviria, además de lo planteado por el profesor Ruffinelli, es necesario decir que Gaviria es un autor totalmente regional, un paisa, un hombre de su tierra. Esta afirmación significa que su trabajo está vinculado a los valores, costumbres y ritmos de su cultura, que su obra es tan heredera de la tradición literaria antioqueña, como del fragor de la noche en Medellín. El profesor Ruffinelli ha destacado el rescate que Gaviria hace del habla de sus protagonistas, lo ha señalado como un espacio de resistencia. Sin que lo dicho por Ruffinelli deje de ser cierto, la referencia al escritor Tomás Carrasquilla (nacido en Santo Domingo, Antioquia en 1858 y muerto en Medellín en 1940), resulta indispensable; ya en el siglo XIX Carrasquilla privilegiaba el habla cotidiana por encima del castellano académico, y con ello su literatura naturalista logró revelar el alma de sus personajes. La aparición de dos artistas como Gaviria y Carrasquilla en Antioquia no es casual: el universo paisa es profundamente realista y pragmático, por ello su poesía se descubre precisamente en lo inmediato: en las costumbres cotidianas. Mientras que el Caribe colombiano está animado por los cantos yorubas y la convivencia con los espíritus de todo tipo, la cultura paisa es la del comercio y la sobrevivencia. El carácter regional de Gaviria, demuestra una vez más que una profunda exploración de lo local confiere al arte una dimensión universal. En la obra de Gaviria, concretamente en los trabajos para televisión Simón el mago y Que pase el aserrador, se evidencia su mirada a la cultura paisa, pero más que el fiel registro del habla, la ropa y la música, lo que en estos y otros trabajos de Gaviria se encuentra es una fina penetración de nuestros valores, gracias a la cual descubrimos a un artista y a un verdadero crítico de su propia cultura.

Sería deseable que los más de 200 ritmos musicales de Colombia, sus 68 idiomas y sus incontables costumbres y cosmogonías encontraran en el cine un escriba tan agudo como Gaviria, quisiera uno soñar un sueño necesario: poder venir un día a la Cinemateca Distrital a descubrir todas las Colombias a través de su cine.

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*Por Julián David Correa. Publicado en el año 2001 como introducción al Cuaderno de Cine Colombiano – Nueva época N° 3, «Víctor Gaviria». Los Cuadernos de Cine Colombiano – Nueva época son una colección que Julián David Correa diseñó y de la que fue coordinador editorial mientras dirigía la Cinemateca Distrital de Bogotá.

Página en internet de la Cinemateca Distrital

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[1]  “Cine colombiano: mudo y parlante”, en Entreextremos. Cine colombiano, No. 2, Nueva York, 1996. Internet: http://users.rcn.com/mg.interport/spanish_con.html

[2] De 1983 a 1987 FOCINE desarrolló el proyecto “Mediometrajes para televisión”. Se trataba de cortometrajes de 24 minutos, realizados en cine y que se presentaban en televisión nacional.

[3] Mayor información sobre los audiovisuales mencionados se encuentra en la sección final de este Cuaderno titulada “Filmografía”. Ver página en internet de los Cuadernos de Cine Colombiano.

 

Imágenes: (1) Portada del Cuaderno de Cine Colombiano – Nueva época N° 3, «Víctor Gaviria».

(2) Sección del Afiche de la película Rodrigo D, No futuro.

 

Rodrigo D-2

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