Pepe Sánchez, un director

Pepe Sánchez, un director

En diciembre del 2016, murió uno de los grandes creadores de Colombia: Pepe Sánchez, actor y director de cine y televisión. La obra de Luis Guillermo «Pepe» Sánchez (1934-2016) es brillante. Pepe Sánchez llevó Colombia a los hogares colombianos, y transformó las artes audiovisuales del país. Pepe Sánchez fue un hombre solidario y apasionado que nos va a hacer mucha falta.

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PEPE SÁNCHEZ, UN DIRECTOR DE TELEVISIÓN

Mauricio Navas*

 

«Pepe Sánchez hace televisión con técnica de cine” es el estribillo de muchos que pretenden con semejante sentencia definir en tan pocas palabras a un director, a la técnica del cine y por correlación la técnica de la televisión. Pepe Sánchez sostiene que no hace televisión con técnica de cine, más bien que hace televisión basado en un elemento común a los dos medios que es el lenguaje de la imagen.

Es sobre el anterior postulado que Pepe Sánchez sostiene que gran parte de las diferencias cualitativas que se le atribuyen a los dos medios, obedece a factores tendenciosos muy distantes de una real disyunción entre el cine y la          televisión. «La televisión apoyada en el video, va en camino de ser una nueva forma de arte».

CT: Pepe, ¿en qué consiste el que se diga que usted hace televisión con técnica de cine?

PS: Lo que creo, realmente, es que el lenguaje de la imagen es uno. Hay diferencias objetivas que obedecen al tamaño de las pantallas para la cual se trabaja, pero la interrelación entre los planos y la forma narrativa, creo que es una.

CT: Pero en realidad, ¿usted corrobora o desmiente esa afirmación?

PS: Lo que pasa es que el cine ya posee un lenguaje establecido de imagen. La televisión está buscando establecer para sí misma ese lenguaje. El cine ya es un arte, la televisión todavía no lo es, le falta dominar elementos como la textura, la iluminación, la multiplicidad en la recepción; sin embargo usa del cine, elementos que le son indispensables y que a fuerza de pedirlos prestados ya sé los está apropiando y se están convirtiendo en dominio del video. Por eso, el hecho de que trabaje con técnica de cine se traduce en que utilizo los principios elementales del cine, aplicados al posible lenguaje del video.

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CT: Elementalmente, algunos sostienen que su trabajo con una sola cámara en televisión le da la característica de cine.

PS: No, lo sustancial fundamentalmente es respetar el valor de los planos, tal y como se hace en cine y se debería hacer en el video, lo que pasa es que aquí, es poco reconocido. Lo que se debe tener en cuenta es que la imagen es un lenguaje, que al ser correctamente articulado en video, debe resultar parecido al cine.

Yo creo que la televisión no debe matricularse con un número determinado de cámaras, como de hecho tampoco lo hace el cine, que en ocasiones en que se justifica, utiliza mas de una cámara, y no por ello dejó de ser cine.

CT: Y ¿qué tan acertado es decir que en televisión la presencia del switcher y la multiplicidad de cámaras permiten un montaje más dinámico que en el cine?

PS: Eso es uno de los malentendidos más grandes en que se puede caer. Es cierto que el switcher proporciona posibilidades de mayor versatilidad dentro de la producción, y ya quisieran algunos directores de cine contar con un switcher para el rodaje de ciertas secuencias irrepetibles. Sin embargo, yo le tengo pánico al switcheo de criterio equívoco porque generalmente se cae en excesos. Los denominados productores o directores de cámara se ven en la obligación de ponchar una cámara cada determinado número de segundos, porque tienen un switcher en frente y parece que a través del switcher se reafirmaran ellos como profesionales.

CT: Existe la teoría de que la gran utilización que usted le da al plano secuencia se debe más a pereza que a una intención narrativa.

PS: Mira en esto, yo aplico un principio. Cuando se tiene un encuadre y se abarca lo que uno quiere mostrar dentro de ese encuadre, ¿para qué cambiarlo? Esto obedece a la disciplina cinematográfica en la cual cada cambio de plano debe estar muy bien justificado narrativamente para que amerite todo el desplazamiento que generalmente requiere. Otra cosa es el switcheo por el switcheo mismo que es lo que pasa siempre en televisión.

CT: A usted se le distingue por ser uno de los directores de cine que da alta prioridad a la búsqueda de lo que denominamos la atmósfera. Incluso, en un artículo de un número anterior de esta revista, Hernando Martínez Pardo le subraya algunos excesos en su búsqueda de atmósfera en la narración cinematográfica. Dado que color, textura y fotografía en televisión aún son tan precarios, ¿usted continúa en búsqueda de atmósfera en televisión?

PS: La televisión no se debe salvar de eso. Para mí eso es importantísimo y sigo tratando de buscarlo, es decir, cada tema, cada historia tiene una atmósfera particular y un tratamiento de cámara particular.

Yo creo que en La historia de Tita hemos conseguido una atmósfera totalmente diferente a Brillo que era otro cuento y otra cosa.

CT: Hemos llegado al umbral de una pregunta casi obvia en esta entrevista y ante la cual las posiciones son radicalmente antagónicas: ¿Usted cree que la televisión puede ser arte?

PS: Yo creo que afirmar que la televisión no puede ser arte resulta algo temerario. Creo que va en camino de ser un arte con elementos diferentísimos, nada conocidos hasta el momento y proporcionados por el avance de la electrónica. Creo que cuando el óleo y el aguafuerte eran los materiales por excelencia de la pintura, pensar en que elementos obtenidos en el laboratorio como el acrílico y otro similar fueran a ser arte, debió ser casi una locura. Ahora no se puede predecir. Yo creo que la televisión sí puede llegar a ser un arte.

CT: ¿Usted afirmaría que dejó de hacer arte en cine y se fue a hacer arte en televisión?

PS: Es lo que estoy buscando, que la televisión sea una expresión artística.

Ahora cuando las cámaras pueden sacarse a la calle, cuando existe la posibilidad de un montaje, se puede pensar en la televisión como una expresión artística. No hay que olvidar que el cine , en lo que podríamos llamar su prehistoria, vivió una edad de piedra de la cual vino a salir cuando Eisenstein, que descubre las posibilidades del montaje, le da al cine los elementos para llegar a ser arte.

Está ocurriendo algo similar con el video, ahora ya se puede hacer montaje en lo que se denomina la post-producción, ya se puede, entonces, manipular la historia para darle, uno u otro ritmo, ya se pueden hacer representaciones del hombre de la calle y su cotidianidad. Creo que esto es un principio de arte.

CT: ¿Pero si es posible hablar de arte en televisión cuando es un medio de tanta premura, en el que pre-producción, producción y post-producción toman en promedio una semana?

PS: Lo que pasa es que ese ritmo está impuesto por unas condiciones de producción que no necesariamente son las que debe haber en la televisión. En televisiones como la española y la inglesa no es así y las cosas se preparan con más tiempo. Desde luego con mayor celeridad que en el cine, pero creo que a ese ritmo sí se puede lograr una expresión artística. No exagerando como acá. Aquí lo que se hace son empanadas cuando se trabaja de esa forma. No necesariamente la televisión tiene que ser una carrera contra el tiempo, eso desde el punto de vista comercial puede ser, pero el video como tal no tiene que ser así.

CT: Una persona como usted, que perteneció a las filas militantes de los cineastas, desde las cuales negaba al video posibilidades de expresión artística, ¿Cómo hace ahora para conciliar las dos posiciones?

PS: Simplemente, ante la carencia absoluta de las posibilidades de hacer cine. Porque es imposible hacer cine, teniendo en cuenta que este es mi oficio y que yo debo comer de esto. Entonces quien pretenda hacer eso no puede vivir del cine. Yo tengo que vivir de mi oficio porque es lo único que sé hacer. Esto lo comprobé directamente dos o tres veces que, intenté meterme en cine. Salí absolutamente quebrado en dinero, tiempo y en trabajo porque si heroicamente se logra terminar una película entonces viene la distribución y es ahí donde se acaba de perder todo, pues los distribuidores han hecho lo que han querido siempre y entonces así no se puede. Paralelamente surgen avances en el video que permiten cámaras móviles y post-producción que proporcionan, a personas como yo, una alternativa para el oficio.

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CT: Usted ya saltó la brecha. Una brecha casi generacional, ahora que su circunstancia es el video, ¿qué ve, que no veía antes cuando era cineasta y que usted crea que los cineastas actuales no han logrado ver todavía?

PS: Desde luego ellos no están viendo que sus películas no las ve nadie. (no están viendo que el oficio se adquiere practicándolo, no haciendo una película cada cinco años y el resto posando de geniales. Así no se hace cine). La prueba la hemos tenido en el ciclo de Focine, de gente que llevaba tiempo haciendo fila para poder hacer cortometraje y realmente la muestra no fue lo que podría esperarse. Lo que no ven los cineastas es que aunque el video no tiene la definición de la cámara de cine, al fin y al cabo a través de él se narra una historia con imagen y sonido que le llega en el peor de los casos a dos millones de personas y de ahí en adelante. Lo que pasa es que pensar en eso es un compromiso que asusta y que implica responsabilidad, hay cineastas que prefieren jugar eternamente el papel de frustrados, a medírsele a remangarse y practicar el oficio como se debe hacer en el video. Hacer un medio metraje semanalmente.

CT: Sostiene un buen grupo de cineastas que hacer televisión implica que el televidente medio no va a…

PS: (interrumpiendo)… a entender las genialidades que hacen ellos. Lo que el televidente medio de televisión no está preparado es para recibir bobadas y cosas mal hechas. El público, las cosas bien hechas las acepta y las entiende. Lo demás es un concepto fascista.

Es una más en el cúmulo de disculpas que se echan estas gentes, a quienes yo les recomiendo una posición más inteligente y es, que: si ellos son los llamados a dar calidad, se aparezcan porque no los vemos. Ahora que García Márquez le dio el espaldarazo a la televisión diciendo que es el medio masivo por excelencia, y que mientras equis número de gente lee un libro

suyo, millones ven un programa de televisión, ojalá a los snobs de este país se les ocurra meterse a la televisión a hacer lo que saben y le concedan al video la importancia que tiene en la actualidad.

CT: Usted ha generado un fenómeno en la televisión y es que se hable en ella del director, independiente de la obra Aparte de usted mismo, ¿a quién le atribuye otra escuela de dirección en televisión?

PS: La verdad es que en este momento no sé. No se me ocurre ahora.

Pepe

* Entrevista publicada en la Revista Cinemateca N° 9 Junio de 1988

Imágenes: (1) Fotografía de Pepe Sánchez publicada en el periódico El Tiempo (2) Portada de la revista Semana con una de las más importantes creaciones de Pepe Sánchez: la comedia televisiva Don Chinche. (3) Imagen promocional de la telenovela Café, dirigida por Pepe Sánchez, otro clásico de la televisión colombiana. (4) Caricatura de Matador publicada en el periódico El Tiempo tras la muerte de Pepe Sánchez en diciembre de 2016

 

 

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