El tipo es observador y cínico, es misántropo, egocéntrico, vive de una abundante renta y se abandona a dudosos hábitos de aseo. El personaje tiene mucho tiempo libre y lo dedica al registro minucioso de sus pensamientos y sus seducciones. No es que este protagonista sea un amante destacado, él mismo es conciente de su mediocridad, pero es por eso que hay tanto humor en sus palabras y sus mentiras cotidianas suenan tan honestas. La contraportada del libro y todas las reseñas dicen que la novela protagonizada por este personaje, Ceniza en los ojos, se parece a la Lolita de Nabokov, pero salvo el hecho de que ambos protagonistas seducen a una menor de edad, esa frase no es más que un gancho de mercado. El estilo y el universo de Fonton son muy propios. La editorial española Blackie Books ha editado en castellano esta novela que en 1959 recibio el Premio Fénéon pero que con los años y la imparable acumuluación de títulos se ha olvidado. Una lectura deliciosa y una excusa para redescubrir a un autor francés de quien se reeditan sus libros y se publican sus obras póstumas. Jean Fonton (1930-1982) fue otro apasionado del cine y la literatura, un hombre que tuvo el valor para enfrentar a jesuítas y a editoriales sin dejar de escribir un solo día de su vida.
Imagen: fragmento de la portada en la edición de Blackie Books
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