LA ERA DE LOS CONTENIDOS DIGITALES
Por: Jaime Tenorio*
El acceso y uso de Internet, la utilización de las redes sociales y el incremento en ventas de los dispositivos móviles como tabletas y teléfonos inteligentes, han impactado de tal forma los medios de comunicación, las industrias creativas, culturales y del entretenimiento que ya no hay marcha atrás.
Con la entrada del 3D y del formato digital, así como la posibilidad de ver los contenidos narrativos a través de la web en pantallas de computadores, tabletas, teléfonos o las consolas de videojuegos nos hacen preguntar si estaremos llegando al final del cine y de la televisión.
La verdad es que ni el cine ni la tv han muerto, como tampoco murió la fotografía, la radio o la música, pero los creadores y la industria tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones que demanda el público para acceder e interactuar con los contenidos, para compartirlos y hasta para co-crear con los autores. Internet como instrumento y las nuevas tecnologías como herramientas nos ofrecen nuevas oportunidades para la creación y el acceso a los contenidos. Cada vez será más importante aprender código y explorar el lenguaje de la programación que nos permitirá tener una nueva forma de pensar. No se trata sólo de aprender a usar la tecnología sino de escribir con ella, de entender las habilidades necesarias para innovar e inventar. El código hace parte de la arquitectura del mundo en que vivimos, y para adaptarnos, necesitamos nuevos arquitectos capaces de hacer converger arte e ingeniería.
Ante una generación de nativos digitales y de múltiples pantallas, tendremos que pensar en innovar las formas de narrar y circular los contenidos. Internet está cambiando no solamente la forma como nos comunicamos sino también nuestros hábitos y costumbres. La población “online” de nuestra región de América Latina fue la que más creció entre 2010 y 2011, pasó de 112 millones a 129 millones (informe comScore 2012). Si bien el porcentaje de población que falta por conectar es muy grande, la velocidad a la que vamos hará que muy pronto tengamos todos conexión la red. Por tanto, el impacto de Internet recién lo vamos a empezar a percibir ahora, no sólo en el ámbito del entretenimiento sino también en muchos otros como la educación, la política y los negocios. Gran parte de nuestras poblaciones no cuentan con una infraestructura cultural que les permita tener acceso al cine, a la literatura, a las artes, y ni siquiera a los canales de televisión internacional, sin embargo a través de a través de la red lograrán acceder a una cantidad de contenidos sin precedentes. Podrán compartir información, crear sus propios contenidos como viene ocurriendo con algunas comunidades, y en últimas podrán contar sus propias historias dentro de la diversidad y el respeto.
Este panorama está cambiando, especialmente dentro de la gente joven. En América Latina 3 de 5 visitantes a Internet son menores de 35 años (comScore 2012), y teniendo en cuenta que esta generación es ante todo visual, el consumo de videos en la red es que más les interesa, además de la comunicación a través de las redes sociales. En América Latina el 92% de los usuarios activos en internet lo usan para ver vídeos, contra un 88% en el mundo. El 56% lo usan para subir vídeos propios contra el 49% a nivel mundial. En Colombia los jóvenes entre 16 y 24 años pasan 12 horas a la semana en internet (7 en sitios de video), contra 9 viendo televisión (Estudio «Wave 6», 2012, hecho por UM – IPG Mediabrands y estudio de comScore). También en el país 7 de cada 10 niños entre los 7 y los 17 años prefieren siempre que pueden, conectarse con sus amigos antes que ver televisión (Estudio Universidad Politécnico 2011).
La pantalla principal continúa siendo la televisión, pero el consumo no lineal de medios es cada vez mayor. Los colombianos utilizan una segunda pantalla como un notebook, una tableta o un teléfono celular para aumentar la experiencia como forma complementaria al entretenimiento de la tv (Estudio Business Bureau 2012).
Es por esta razón que grandes empresas de medios como el Grupo Televisa, la Organización Cisneros, y entidades públicas como ARTE o Radio Televisión Española –RTVE – por mencionar algunos nombres, invierten en nuevos productos para distribuir sus contenidos en otras pantallas como computadores y dispositivos móviles y buscan tener una mayor presencia en redes sociales. Las plataformas digitales van en camino de cambiar el modelo de negocio y seguramente llegarán a reemplazar algunas de las ventas televisivas. Paulatinamente los anunciantes están mirando la red como un canal para pautar, lo que empezará a afectar el modelo de publicidad tradicional en televisión.
Si la región tiene uno de los crecimientos más rápidos en el nivel de adopción de internet y es hoy uno de los mercados más grandes en telefonía móvil, se abre una oportunidad para las extensiones digitales. Un gran número de contenidos musicales, televisivos, libros, cine, videojuegos, pueden encontrarse en la web y ser vistos en múltiples pantallas. No es raro encontrar entonces que los formatos de televisión, desde realities hasta series de ficción o noticieros empiecen a utilizar las redes sociales y otras pantallas para interactuar con el público y crear comunidades.
Las series estadounidenses como Lost, Héroes, Breaking Bad, o Juego de Tronos por mencionar algunas, traspasan la caja de la televisión y se aventuran en la elaboración de otros formatos que enriquecen el universo de estas historias, creando extensiones para videojuegos, comics, blogs, wikis, ó contenidos especiales para la web. Con la utilización de estos medios, buscan llegar a públicos más amplios, mantener enganchados a sus seguidores las 24 horas del día, interactuando con ellos, manteniendo una conversación activa. De esta manera no sólo están fidelizando su audiencia, sino también midiendo el nivel de enganche de sus historias y sus personajes para corregir el rumbo el rumbo de la historia en caso de ser necesario. Hasta pueden permitir que las sugerencias de sus seguidores sean incluidas en la trama del contenido.
No solamente la televisión está expandiéndose a otras pantallas y medios, sino también el cine, que busca enriquecer la experiencia de la historia en los espectadores. La red permite a los creadores de la película colgar contenidos complementarios, ofrecer mayor información de los personajes, darle vida a la historia por fuera de la pantalla tradicional, promover conversaciones con el público a través de la red y por supuesto desarrollar productos derivados del universo de la historia.
En nuestra región aún hay mucho por aprender sobre cómo crear para otros medios diferentes al cine o a la televisión, cómo utilizar la web y las redes sociales para ofrecerle al espectador/usuario un espacio de participación en la historia, para interactuar con ellos, para compartir información, y por supuesto para tener un mayor impacto.
Somos cerca de 500 millones de hispanoparlantes, unidos por una lengua y por lazos históricos y culturales, y con enormes posibilidades de estar unidos mediante una red y por supuesto de múltiples historias que compartimos.
Imagen tomada de la página: http://blogs.sunstar.com.ph/kidsters/2012/10/14/watching-television/
* Jaime Tenorio tiene estudios en ciencia política, cine y gestión cultural. Socio en Digital+, entidad dedicada a la formación y difusión de contenidos narrativos convergentes para múltiples plataformas. Socio en Viral Media House, productora de contenidos interactivos para diversas plataformas. Expositor sobre temas relacionados con la convergencia entre cultura, entretenimiento, innovación y tecnología.
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